Por si no fuera suficiente la práctica de alpinismo de alto riesgo para superar la "cuesta" de enero, mi casa ha cobrado vida propia y se ha rebelado contra mí. Yo, que la cuido y mimo tanto....... y ahí está la lavadora empeñada en no dejar que abra la puerta cuando termina su trabajo, la resistencia del lavavajillas, atacado por una cuchara asesina, produce fuegos artificiales para defenderse, las cisternas, sí, sí, en plural, quieren emular a las Cataratas del Niágara en su libre caída por los acantilados, la aspiradora parece un maltrecho soldado que regresa parcheado de la guerra y para colmo "mis zarpas", ágiles cual gacela, provocan el desprendimiento de un cuenco cristalino que es frenado por mi preciosa y reluciente vitrocerámica. !CRASSS!, espactacular grieta que recorre de izquierda a derecha mi campo de cocción.
Pero, como en los tiempos que corren hay que ser positiva he decidido tomarme las cosas así :
¡HAKUNA MATATA!
¡No sabes cómo te comprendo!
ResponderEliminarEn estos casos, yo me pongo cinta al pelo y grito ¡Banzaaaaaiiiii! :)
A mí me apetecería sacar la vajilla y lanzarla contra el suelo....aunque pensándolo mejor...¡quita,quita! ¿Dónde iba yo a lucir mis habilidades culinarias?
ResponderEliminarUn Banzaibeso.