HABÍA UNA VEZ...

... Un tiempo en el que la vida de los niños era sencilla.
Nuestras habitaciones no parecían Toys'r'us y a falta de pan... convertíamos el cochecito de capota de las muñecas en un maravilloso yate  lleno de Barbies dispuestas a disfrutar de un crucero por los mares del sur. Si el tiempo acompañaba salíamos a la calle armadas con una cuerda para saltar a la comba, una goma, una tiza , una piedra plana para jugar a la rayuela y nuestras cuerdas vocales en perfectas condiciones para tararear....

Una ,dos y tres
pluma, tintero y papel
para escribir una carta
a mi querido Miguel.....

Pase misí,
pase misá,
por la puerta de Alcalá
los de adelante corren mucho,
los de atrás se quedarán....

La única cosa indispensable e insustituible para pasar una tarde divertida eran ¡ los niños!.
Vivíamos sin estrés; A las seis y media de la tarde de un día de diario cualquiera, regresábamos del cole con una actividad extraescolar en mente: comernos el bocata disfrutando de la por entonces bien llamada "programación infantil": "Un globo, dos globos ,tres globos...""La Cometa Blanca", "Barrio Sésamo", "El Libro gordo de Petete"...

Un globo, dos globos, tres globos.

Y ¡qué decir del fin de semana!
Después de desperezarse con un buen desayuno y darnos un baño calentito ( ¿te acuerdas Cris?) nos acoplábamos en el sofá frente a la tele para ver Sabadabadá, La Bola de Cristal, con la Bruja Avería al mando, los inolvidables Payasos de la tele. A continuación  hacíamos una pausa para cumplir con las obligaciones escolares hasta la hora de comer y esperábamos impacientes que acabara el "latoso telediario de los mayores" para a las tres y media  permanecer ojipláticas ante los "dibus" de La hormiga atómica, los Picapiedra, Super Ratón con su grito de guerra: ¡No olviden supervitaminarse y mineralizarseeee!!!, el oso Yogui, Heidi, Marco, Jackie y Nuka, la abeja Maya, David el Gnomo ,el osito Misha y una lista interminable de dibujos animados con un fin educativo que ni por asomo tienen los actuales.

La Bola de Cristal

¿Hablamos de las reuniones familiares?
Mis primas, Irene, Mª Mar, Yoli, mi hermana Cris y yo sacábamos los cacharritos y preparábamos un festín con cuatro garbanzos, unas pocas alubias, un puñado de arroz, agua , una pizca de arena, trocitos de ladrillo, papelillos, todo bien mezclado, siendo las creadoras de mejunjes únicos y personalizados. Otras veces nos salía la vena artística  y representábamos funciones de teatro, bailes o montábamos un karaoke con temas de los Payasos, Parchís, Enrique y Ana, Regaliz, Nins, Colorines o nos transformábamos en los Ángeles de Charlie para resolver el caso de "La viuda negra (ésto es un hecho verídico, dicha señora era la principal protagonista de un cuadro que mi tía Irene tenía colgado en la entrada de su casa y nos parecía absolutamente misterioso.)
A día de hoy y como podéis imaginar el misterio sigue siendo eso ¡ nuestro misterio infantil! ¡ qué recuerdos!

Canciones infantiles

Había una vez  un tiempo en el que los niños no necesitábamos la tecnología para ser felices. Cada vez me siento más orgullosa de pertenecer a esa generación.