Parecen incompatibles pero no lo son, metal y naturaleza; He aquí un rinconcito de mi ciudad....debajo de una estructura fría se encuentra un jardín muy agradable para sentarse a leer, pensar o simplemente dejar volar la imaginación. No podéis imaginar el frescor que desprende ese lugar, su aspecto no tiene nada que ver con las sensaciones que despierta.
A mi esta combinación, muy del siglo XIX por cierto, me encanta, sobre todo en viejas estaciones o puentes abandonados donde las hierbas y árboles se han convinado con el metal.
ResponderEliminarUn saludo
JLin es verdad que esos lugares tiene algo especial.
ResponderEliminarSaludos