Hace unas horas...
Abro la puerta de mi casa, me dirijo a la cocina y suelto las bolsas para que la sangre vuelva a circular por mis dedos. Una vez recuperada la movilidad manual, coloco la compra, apenas tardo unos minutos y decido relajarme, total , hoy el abuelo recoge a la peque en el cole, mi hija mayor no llega del instituto hasta las tres y media y mi marido anda perdido por tierras castellanas arreglando ordenadores. ¡No hay prisa!, ¡ tengo tiempo! ( qué palabra más hermosa )
Me apresuro a ponerme cómoda, odio estar vestida y calzada en casa, tampoco quiero decir que ande por ahí como Lady Godiva, vamos que me planto un fresquito conjunto de algodón y unas chanclas, que en Valladolid el calorcito aprieta con ganas. De vuelta a la cocina me pongo a cocer unas patatas para hacer un puré, una vez que el contenido de la cacerola comienza a hervir, preparo un café con hielo (soy adicta) y salgo en dirección al dormitorio, lugar en el que se encuentra el ordenador ( a veces pienso que este aparato es un demonio que me posee), doy a la teclita y me dispongo a leer el primer relato enlazado , el de El Tablón de JLin, " El Enano Saltarín", observo que es largo, así que primero hago una visita a La Reina del mambo y a Sybila Layna .De vuelta al Tablón concentrada e inmersa ya en la lectura del citado relato, percibo,de repente un intenso olor a chamuscado. Dejo a Carloto, Don Floro, Don Fulgencio, Leonardo, Rafael, Jacinto y al pobre mono con la palabra en la boca y vuelo hacia la cocina, resignada a certificar el desastre. Aquellos tubérculos que he dejado flotando suavemente en un abundante caldito, son ahora unos conguitos carbonizados pegados a un fondo negruzco, tan negro como el suelo de una mina. ¡¡¡dios, la virgen y todos los santos!!!
El desagradable olor se ha extendido por toda la casa, dos acciones en marcha:
-Poner una cazuela con agua y suavizante al fuego para acabar con el olor a patata quemada.
-Pelar patatas para hacer otro puré.
LLeno otro cacharro de caldo, lo dejo en el fuego, a continuación mondo la segunda tanda de patatas del día, una vez troceadas las añado, sin mirar, a la cazuela, a la cazuela equivocada, la cazuela con agua y suavizante con aroma de flores silvestres...
Definitivamente, hoy no se come puré. Vuelvo a acordarme del santoral completo, vuelvo a respirar profundo, me preparo otro café y sigo leyendo a JLin.
Son las dos y media. Me ha gustado el relato. Todavía tengo tiempo de preparar una fresca, natural y sana ensalada sin arrimarme al fuego.
Una cosita, quiero aclarar que no echo la culpa a ninguno de mis blogueros/@S, ni a sus estupendos y entretenidos post. El único culpable de mis cada vez más frecuentes descuidos, es mi cerebrito que pierde "aceite".
Lo siento Sory!!! eso le ha ocurrido a muchas /os no pienses que te falla la neurona.
ResponderEliminarAh, gracias por el truquito del suavizante.
Un beso
Me encanta el "carácter cotidiano" en los escritos, esa capacidad de poder explicar el día a día con transparencia y tú lo has hecho hoy perfectamente. Me he asomado a un día de tu vida y me ha encantado hacerlo. La cocina, el dormitorio, el ordenador... lo que pensaban...lo que hacías mientras pensabas... Un relato cotidiano, divertido y precioso. Lo del suavizante me lo apunto yo también!!!
ResponderEliminarReina, antes no me pasaban estas cosas, debe ser la edad....jajaja.
ResponderEliminarLayna, escribir sobre la marcha, cuando se me ocurre algo o contar algo que me ha pasado,lo llevo mejor que elegir un tema y darle vueltas...
Ya ves,no me complico demasiado.
Me encanta que me visites.
Un beso
Reina y Layna, espero que no tengáis que hacer uso de este truquito muy a menudo, por el bien de vuestras cazuelas.
Un beso.
Sory, la culpa de de Jlin, por hacer un relato tan largo..
ResponderEliminarMe voy a anotar en la lista de seguidores, sino no se volver.
Se te saluda desde la tarberna, baja que te arreglo yo un plato para la familia.
Blog A, se te agradece el plato en tu taberna y también la visita a mi ventana. Bienvenida!!!!
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